Desde la instalación de los nuevos juegos infantiles, modernos e inclusivos, ha cambiado notoriamente el área recreativa de la Reserva Natural Francisco Tau.
Con luz solar o iluminación artificial, el parque se ha convertido en un punto de encuentro de niños y sus familias, que disfrutan tanto de los juegos como del entorno natural, notándose la presencia del mate, gaseosas, masitas y hasta el típico asado, según la hora en que se recorra la zona “El Hongo”.
La sonrisa de un niño despierta fe y esperanza, además de ser un indicador de la calidad de vida de una sociedad que se va renovando generacionalmente. La infancia es un reflejo de felicidad, bondad e inocencia, por lo que el juego y la risa en los pequeños es parte de la ocupación del municipio al dedicar parte de sus recursos a la recreación de los más chicos y sus familias.
La sonrisa de un niño
es lluvia de estrellas
que baña el desierto.
Es pureza del alma,
es canto de un jilguero
que alegra las mañanas.
La sonrisa de un niño
es fuente de ingenio
que aleja la tristeza.
(Marianela Rondinel-La sonrisa de un niño)